viernes, 16 de noviembre de 2012

APLICACIÓN DE MEDICAMENTOS POR VÍA SUBCUTÁNEA


APLICACIÓN DE MEDICAMENTOS POR VÍA SUBCUTÁNEA


Definición:  

Es  la  introducción  terapéutica  de  sustancia  medicamentosa  en  el  tejido celular subcutáneo.

Objetivo:

  • Obtener un efecto terapéutico con mayor rapidez que por la vía oral.
  • Administrar sustancias medicamentosas que tienen mayor absorción en el tejido celular subcutáneo

Materiales:

  • Gasas o torundas de algodón.
  • Guantes (no es necesario que sean estériles).
  • Medicamento a administrar.
  • Riñonera 


  • Antiséptico ( alcohol o jabón líquido)
  • Jeringa.  Se emplean normalmente las de 1 ml, pues el volumen de sustancia que hay que inyectar no suele superar esta cantidad.
  • Agujas.  Emplearemos una aguja para cargar la medicación y otra para inyectarla subcutáneamente (longitud de 16-22 mm, calibre de 24-27G y bisel medio).

Precauciones y/o recomendaciones:

A.   Ventajas:

  • Permite la administración de microcristales, suspensiones o pellets que forman pequeños depósitos a partir de los cuales se adsorbe gradualmente el medicamento por largo período y así se logra un efecto sostenido de este.
  • No tiene un riesgo de sangre tan abundante como el muscular.

B. Desventajas:

  • Solo permite la administración de pequeños volúmenes (de 0,5 a 2 ml) para no provocar dolor por distensión.
  • No permite la administración de sustancias irritantes que puedan producir dolor intenso y distensión de tejidos.
Procedimiento:
Acciones

Principios y/o Fundamento De Las Acciones
Lávese las manos.

Evita infecciones cruzadas.
Prepare el medicamento según técnica.

Ahorra tiempo y energía.
Identifique al paciente preguntándole y explíquele el procedimiento.

Evita errores de identificación, tranquiliza al paciente y permite su cooperación.
Explique el procedimiento y proporcione privacidad.
Tranquiliza al paciente y        permite su cooperación.
Descubre la región y seleccione el sitio de inyección.


Colóquese los guantes
Previene el contacto directo con contaminantes del cuerpo.
Limpie el sitio de la inyección con el algodón con desinfectante, en forma rotatoria.
Garantiza la introducción       aséptica del medicamento.
Deje secar la piel antes de inyectar el medicamento.
Evita    causar ardor   por la   entrada del desinfectante en los tejidos subcutáneos.
Pida al paciente que respire profundo.

La respiración profunda disminuye
Sujete el tejido subcutáneo entre el índice y pulgar
Permite mayor seguridad al  introducir  la aguja.
Con  un  movimiento  firme  y  rápido, introduzca la aguja con un ángulo de 45º a 60º, con el bisel hacia arriba.

La rapidez del movimiento  disminuye  el dolor cuando pasa la aguja a nivel de los receptores sensitivos de la dermis.

En pacientes obesos puede requerirse un ángulo de 60 grados para llegar al tejido subcutáneo.
Si no    aparece sangre, empiece      a inyectar el medicamento lentamente.
Asegura que la aguja no se encuentra en un vaso sanguíneo:
Al inyectar en un vaso sanguíneo, puede producir un efecto más rápido de lo deseado.
Inmovilice la jeringa
El inyectar rápido causa presión sobre los tejidos y provoca dolor.
Ponga el algodón junto a la aguja y retírela con movimiento rápido en el ángulo que la introduzco y apriete suavemente unos segundos, no masajee la zona.
Evita que la aguja hale la piel.
Quitarse los    guantes y lávese        las manos.
Evita infecciones cruzadas.
Haga  anotaciones  necesarias.
Permite el        seguimiento sistemático y oportuno de la  atención del paciente.


Consideraciones Especiales

  • En el caso de los diabéticos,  se debe de rotar la zona de punción, para así evitar las lesiones cutáneas.  Por otro lado, con las jeringas precargadas (Lapicero De Insulina) no se puede formar un ángulo de 45 grados al clavar la aguja en la piel.  El ángulo que se emplea es de 90 grados.

  • En el caso de las heparinas de bajo peso molecular, la zona de punción es la cintura abdominal antero y posterolateral, siempre por debajo del ombligo y alternando el lado con cada pinchazo. En caso de fragilidad capilar, tras introducir la aguja, no se debe de aspirar, ya que se ha visto que esta maniobra favorece la aparición de los hematomas. Posterior a la administración se debe ejercer presión en la zona de punción por 3 minutos como mínimo.

  • La vía subcutánea es la de elección en los enfermos terminales cuando no se puede emplear la vía oral y, especialmente, si estamos hablando de enfermos cuyo cuidado es domiciliario.  La administración de la terapia se puede llevar a cabo de dos maneras:


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